martes, 16 de agosto de 2016

"Una mujer insignificante" de Marcia Cotlan

Una mujer insignificante
Penelope Murray acaba de quedarse huérfana y la escasa herencia de su padre pasa a manos de un familiar lejano, el coronel Burton-Jones. La joven carece de encantos para encontrar un marido y tampoco pone demasiado interés en ello. Como con su exigua renta casi no puede vivir, acepta compartir la casita de campo en la que vive una prima de su padre, en el condado de Morningdale, al sur de Inglaterra. Lo que desconoce Penelope es que uno de sus vecinos será el atractivo, malhumorado y cruel coronel Burton-Jones, un hombre amargado por un terrible secreto que lo destrozó.
Ninguno de los dos espera que la vida los sorprenda y, sin embargo, una atracción devastadora que ambos tratarán de refrenar los arrastra sin remedio...
Opinión:
Una historia maravillosa, sencilla y tierna que me ha recordado un montón a las historias de hace (muchos) años, no sé si por la ambientación, la trama o los protagonistas en sí, el caso es que me la he ventilado en un abrir y cerrar de ojos y no porque la historia sea cortita (que lo es), sino porque una vez que empiezas a leer ya no puedes dejarla. Las batallas dialécticas entre Penelope y el coronel son ingeniosas y divertidas, ponen de manifiesto el fuerte carácter de ella, su inteligencia y su coraje y nos muestran a un hombre que, aunque resentido y amargado por un secreto que lo consume, también posee sentido del humor, no le falta inteligencia y que disfruta provocando a la muchacha por el simple placer de verla rebatir sus palabras.
La atracción que sienten el uno por la otra, incitada en principio por la curiosidad,  es evidente desde el mismo instante que sus miradas se encuentran. Poco a poco la curiosidad inicial dará paso al verdadero interés y sin que se den cuenta, afloraran los sentimientos.
Confieso que siempre me han gustado los protagonistas masculinos un poquito gruñones y atormentados y el coronel Burton-Jones es de esos... es evidente que me ha enamorado. Si amargura le lleva a ser desagradable, déspota y grosero con cualquiera que se le ponga a tiro sin el menor remordimiento (sí, es un poco cabroncete). Pero estos protagonistas son los mejores, porque los ves evolucionar, notas los cambios de actitud y como, sin apenas ser consciente de ello, se enamora perdidamente de la chica, y todo sin perder un ápice de dignidad ni su esencia (porte, autoridad... vamos que no se convierte en un blandengue).
En cuanto a Penelope, decir que me ha gustado muchísimo. Es una mujer que a pesar de su aspecto, de su falta de roce social y su maltrecha situación económica, tiene las ideas claras y firmes convicciones. Es decidida, inteligente e ingeniosa... vamos, la mujer ideal para el gruñón del coronel.
Y aunque ya he comentado que la novela es corta, la trama se desarrolla de manera fluida, sin prisas ni atropellos, cada cosa en su momento y con una ambientación estupenda que, sin exceso de descripciones, te permite visualizar cada escena, cada momento y reunión. Y además, está estupendamente bien escrita, porque Marcia Cotlan, además de contar maravillosas historias de amor, escribe de cine.
"Una mujer insignificante", una novela totalmente recomendable para una tarde más que agradable.

sábado, 13 de agosto de 2016

"Lazo eterno" de Lucía de Vicente


“Lazo eterno”, Lucía de Vicente.
El misterioso empresario Marcos Pessaro tiene la misión de proteger a Marina, una exitosa escritora de novelas de vampiros a quienes presiente y por quienes se siente acechada. A pesar de la poderosa atracción que existe entre ellos, él pone toda su voluntad en cumplir su difícil cometido.
Marina es inocente, impulsiva, valiente y... mortal.

Marcos es metódico, manipulador, oscuro y... vampiro.
La pasión y el amor les hace vulnerables, pero el Destino es su aliado, el único que puede conseguir que se vean atrapados en el Lazo Eterno, capaz de unir para siempre su existencia. Pero el tiempo corre en su contra, y este no es su único enemigo.

Opinión:
Hacía un montón que no leía una novela de vampiros y a esta le tenía ganas, así que en cuanto pude me puse con ella y la he disfrutado muchísimo. Porque a pesar de que en este caso, nuestro amigo de afilados colmillos y los de su especie, no son los típicos no muertos con buenas intenciones guardianes de los simples mortales, sino una raza oscura y peligrosa, con siglos de antigüedad y mucho poder en el mundo empresarial y político, resultan igualmente irresistibles, sobre todo Marcos, el prota (vamos, que yo, por intimidante que pueda resultar en alguna que otra ocasión, firmaba pero ya para enlazarme a él eternamente). Muy duro, muy frió, muy “yo no tengo sentimientos”, pero al final se enamora hasta las trancas como cualquier hijo de vecino… me encanta.
Siempre digo que para escribir paranormal hay que tener mucha, pero mucha imaginación y Lucía de Vicente, con esta historia, ha demostrado tenerla. Me ha parecido, original, fresca y diferente a otras historias sobre vampiros. Cuenta con una de esas tramas que enganchan desde el principio, bien escrita, perfectamente hilada y aderezada con buenas dosis de intriga y acción. Tampoco faltan momentos de tensión y peligro, y por supuesto pasión, porque la química entre Marco y Marina es incuestionable, aunque ellos se esfuercen en negarlo y evitar lo que sienten por el otro.
Y se esfuerzan, creedme, porque son igual de tercos (vale, y tienen motivos más que de sobra para no querer enredarse con alguien de otra especie).
El personaje de Marco me ha encantado (ya lo he dicho, ¿verdad?), porque a pesar de ser un hombre con siglos de experiencia a sus espaldas, de su poder y fortaleza (y que además está como un tren), las reacciones de Marina siempre terminan por descolocarlo y el resultado no tiene desperdicio.
Con Marina he tenido sentimientos encontrados, porque si bien es una joven decidida, inteligente e intuitiva, en algunas ocasiones ha llegado a sacarme de quicio… pero es buena chica y tiene excusa, porque a ver quién es la guapa que no mete la pata y la lía parda en una situación como la que le ha tocado vivir a ella.
No voy a contaros detalles del argumento ni los motivos por los que estos dos están juntos, lo bueno es leer la novela y descubrir por un@ mism@ que la historia de Marco y Marina merece la pena, que es adictiva, entretenida y fantástica.





domingo, 7 de agosto de 2016

"El valor de una condesa" de Elena Bargues


El valor de una condesa.

1871. Juan Martín abandona la antigua colonia española de California, que ha pasado a ser estadounidense, huyendo de un sangriento pasado para asentarse en España. El político Sagasta, informado de sus necesidades y al tanto de su pasado, le propone un matrimonio de conveniencia durante seis meses con una condesa de Ramales (Cantabria) con la finalidad de que detenga el avance carlista por el valle cántabro y de que proteja una red de espionaje, Brezal, que es fundamental para conocer los planes de los seguidores de don Carlos.
Begoña es forzada a contraer matrimonio con el conde de Nogales, un hombre mayor. A la muerte de éste, se encuentra en un aprieto cuando los carlistas pretenden obligarla de nuevo a contraer matrimonio para hacerse con el título, las tierras y el control del valle. Deseosa de cobrarse venganza por el asesinato de su padre y por el horrible matrimonio impuesto con el conde de Nogales, propone a Sagasta un matrimonio pactado con la persona que él juzgue idónea para evitar que los sediciosos se adueñen del valle. Cuando conoce al falso marido, descubre que oscuros secretos los separan irremediablemente, a pesar de la atracción que ejerce sobre ella.

«Novela finalista del VI Certamen de Novela Romántica Vergara-RNR»

Opinión:
Hace unos meses tuve el placer de descubrí el gran talento de Elena Bargues al leer su novela “Tú como el viento del sur”, una novela contemporánea y maravillosa, ambientada (principalmente) en Santander, que me gustó muchísimo. (http://detodounpococomoenbitica.blogspot.com.es/2015/11/tu-como-el-viento-del-sur-de-elena.html)
De nuevo, hace unos días, me perdí por tierras cántabras, por sus montes y sus pueblos, de la mano de esta gran autora y su novela “El valor de una condesa”.
Si me gustó el estilo actual de la autora, confieso que con esta novela histórica me ha cautivado por completo. No solo por  lo muy bien escrita que está, sino (una vez más) por lo detallado de sus descripciones, que te permiten recrear paisajes, estancias y objetos como si estuvieras allí, como si los tuvieras delante. Así de magníficas son sus descripciones (posiblemente, el rasgo más destacable de la forma de escribir de Elena). Además, hay que añadir una trama estupendísima que se desarrolla en una época de inestabilidad política que, por supuesto, está recreada a la perfección, entremezclando de manera magistral realidad y ficción, destacados personajes históricos con los creados por la imaginación de la escritora, consiguiendo así un equilibrio ideal que hace creíble esta novela en la que la intriga, la desconfianza y el peligro van de la mano y dan forma a la obra.
De los protagonistas, destacar lo mucho que me impresionó Juan nada más aparecer en escena. Enseguida te das cuenta de que es un hombre cabal, prudente, de aguda inteligencia y rápido de reflejos. No pude dejar de admirar su manera de proceder, tanto en su entrevista con Sagasta como con Begoña al llegar a su nuevo hogar. Es de esos personajes que destilan seguridad, que dan confianza, que sabes que no van a fallar en aquello que se proponen (imponer el orden en la comarca y conquistar el corazón de la condesa… casi nada jejeje), que con cada actuación o comentario, demuestran su inteligencia y sagacidad; sus actos pondrán de manifiesto un arrojo y un temple dignos de admiración; su decisión y mano derecha con las gentes del pueblo, delatan su astucia; su comportamiento para con Begoña, la forma en que poco a poco y de forma muy calculada va derritiendo la fría coraza que la envuelve; su osadía, su imponente físico… Creo que no es necesito continuar, seguro que ya os habréis hecho una idea de lo maravilloso y perfecto que es este hombre, de verdad os lo digo: merece la pena conocerlo.
Qué decir de Begoña, la condesa, pues que es la pareja ideal para Juan. Es una mujer fuerte, con mucho coraje y, sobre todo, decidida a coger las riendas de su vida, a no dejarse mangonear por ningún hombre… Desconfiada y un tanto arisca; sensible y apasionada; inteligente y temeraria, así es nuestra valerosa Condesa: una mujer de armas tomar.
Como veis, un pareja explosiva, con mucha afinidad y mucha química fluyendo entre ellos, que compartirán momentos tiernos, tensos, angustiosos, distendidos y, por supuesto, apasionados.
Los secundaros, gente de pueblo en su mayoría y los hermanos de Juan, aportan su granito de arena para redondear la trama con sus viejas historias, su participación en uno u otro bando y algunos (los más jóvenes) añadirán pinceladas de frescura y romance que aligeran la tensión de otros momentos menos propicios y seguros, en los que el peligro y la tensión (allá en los montes) logra masticarse.
Con un argumento como este y unos personajes como Begoña, Juan y compañía, el entretenimiento y el placer están asegurados, ¿no os parece?
¡Cien por cien recomendable!