martes, 16 de septiembre de 2014

"Ligar es como montar en bici" de Brandy Manhattan.

“Ligar es como montar en bici” de Brandy Manhattan.

He pasado el fin de semana con una amiga, seguro que más de una la conocéis también (si no la conocéis, no sé a qué estáis esperando), se llama Victoria Adams.
Durante estos días que hemos pasado juntas, me ha contado lo patas arriba que se puso su vida después de aquel fatídico lunes de agosto… bronca mañanera con su chico, la despiden del trabajo y, como en la canción de Rafaela (sí, esa, la que todas estáis pensado: “…peeeerooo una tardee que se encuentra maaal, reeegreeesa proonto para deeescansar… y se encuentra una mujer, que dolor, que dolor…” vale ya lo dejo, que sé que canto fatal y que todas la habéis estado tarareando), pues eso, que el capullo de Luis se la estaba pegando con otra. Por eso decide irse a Londres y empezar de cero…
No, no me estoy pasando contando las intimidades de una amiga, esto lo sabe todo el mundo, pero no pienso daros más detalles de lo que pasó después, eso que os lo cuente ella.
Sólo os diré que merece la pena conocer la historia de mi amiga Victoria, al menos a mí me ha encantado. Mientras la escuchaba (perdón, la leía), he tenido una sonrisa casi perpetua en los labios, porque su sentido del humor y su ingenio son increíbles, sus golpes son tremendos… vamos que como ella misma dice: es la leche en bote.
Me he divertido muchísimo con sus comentarios, sus “apuntes” y aclaraciones y no nos olvidemos de sus camisetas (yo quiero una, pero ya), me he emocionado en algunos momentos, porque no todo en su vida son risas y situaciones hilarantes, no olvidemos que Victoria es una profesional como la copa de un pino y que se toma su trabajo muy en serio. Y por supuesto en más de una ocasión me ha sacado los colores, porque sí, no se ha cortado a la hora de dar detalles de sus “escarceos” amorosos, pero lo cuenta tan bien, que quién le dice que se salte ese tipo de cosas… ni de coña, con lo cotilla que yo soy.
Al final no he podido más que alegrarme por ella, porque el idiota de su ex se la hubiera pegado con otra y porque hubiera decidido irse a Londres, ciudad que todo sea dicho de paso, parece conocer a la perfección (no es de extrañar siendo medio inglesa), pero la verdad es que al escucharla (leerla), he tenido la sensación de estar allí, por la soltura con que habla de los sitios, de las calles, bares y tiendas…
Ni que decir tiene que el final me ha emocionado y no sólo porque sea el adecuado, el perfecto para esta historia, sino por ese maravilloso guiño que me ha dedicado Victoria al final de su relato… me la comía a besos.
De sus amistades y del vecino del 5º no os diré nada, ya os he dicho que esas cosas mejor os las cuenta ella, pero sí os digo que al vecino merece la pena conocerlo, porque ¡¡madreeee míaaaaa!!

Pasar estos días con ella me ha dejado muy, muy buen sabor de boca. Ha sido genial. Tiene un estilo propio, original, fresco, desenfadado, directo y muy, muy personal para contar las cosas, eso sí, es un estilo impecable. De verdad os lo digo, tenéis que conocerla y dejar que os cuente su historia.
Una novela que considero hay que leer, sobre todo si estáis un poco saturadas de siempre lo mismo, porque a pesar de que “Ligar es como montar en bici” es una historia de amor en toda regla, por la forma en que está escrita, nada tiene que ver con lo que, al menos yo, he leído hasta el momento.

Valoración: muy buena.