sábado, 19 de noviembre de 2016

"El mal causado" de Díaz de Tuesta

“EL mal causado” 
de Díaz de Tuesta
Tras lo ocurrido diez años antes, un hecho terrible que la impulsó a abandonar su hogar, Natalia regresa a Bilbao. Hija de Salvador Chueca, un detective privado que considera que su mundo no es apropiado para una mujer, decide trabajar con el hombre que en el pasado le causó tanto daño, pero del que sigue enamorada, a pesar de todo.
Javier Balboa, hijo de la amante de Salvador, jamás le ha perdonado que no se casase con su madre. En su momento, siendo un muchacho lleno de dolor y furia, intentó vengarse de él a través de su hija Natalia, pero fue un mal que se volvió en su contra, pues llevaba consigo su propia penitencia. Desde entonces, nunca ha podido olvidarla y sabe que será poco probable que ella le perdone.
Sin embargo, cuando a través de un entretejido de casos Natalia y Javier se ven abocados a convivir juntos durante muchas horas, ambos intentarán avanzar en su relación, limpiar de antiguos odios su existencia y construir un futuro para los dos.

Opinión:
Llevaba un par de semanas sin apenas leer, dejando libros a las pocas páginas de haber empezado porque no me enganchaba o no me apetecía esa historia en ese momento, vamos, del todo desganada. Aunque sé, que de entre todos los libros que tengo pendientes, hay varios que me van a gustar y mucho, pero ahí los tengo, en espera, como si de un tesoro intocable se trataran, como si quisiera reservar lo mejor para el final (manías absurdas). Pero ya se me ha pasado la tontería y he empezado con “El mal causado” de Díaz de Tuesta. Nada como una buena historia de detectives para recuperar la ilusión y las ganas de leer.
Cómo me gusta la prosa de esta mujer, qué bien escribe, que bien desarrolla la trama, que bien todo… en pocas palabras: ¡Que me ha encantado!
Entretenida, divertida en algunos momentos, emotiva en otros, con sus buenas dosis de tensión (es una historia de suspense policial, bueno más bien detectivesco), diálogos estupendos y personajes bien definidos.
Tanto Natalia como Javier son personas de carácter fuerte, decididos y también testarudos. Su relación está marcada por lo ocurrido en el pasado y ninguno de los dos (sobre todo Natalia) parece poder olvidar y eso complica las cosas ahora que ella ha regresado a casa.
Natalia me ha gustado porque es decidida, intrépida e impulsiva. Actúa sin pensar en las consecuencias o creyendo tenerlo todo bajo control… hubo momentos en los que me hizo pensar: “¿Por qué no le haces caso a Javier alma de cántaro?”. Por otro lado es una mujer muy emotiva, muy pasional, que se deja dominar por los sentimientos, por ese “odio” que siente por Javier y el rencor que ha guardado dentro de ella durante tantos años (pero ya se sabe que del amor al odio…). También es inteligente e intuitiva y sus pesquisas aportaran nuevos e interesantes datos a las investigaciones que tienen sobre la mesa.
Javier, qué decir de él. Que a pesar de que en algún momento he llegado a decir: “qué pedazo de capullo”, me ha gustado. Es un tipo duro, con ese punto canalla que me encanta. Eso y que está loquito por Natalia y ya no sabe qué hacer para acercarse a ella, para romper el muro que ha levantado entre ellos, para pedirle perdón por lo ocurrido… Aunque él también guarda mucho rencor en su interior, un resentimiento que tampoco le permite pasar página y también lo mantiene anclado al pasado. Al final lo de estos dos es un “ni contigo ni sin ti”.
La trama me ha parecido estupenda, bien hilada y con la dosis justa de intriga. Con las pistas y los datos que estos dos van encontrando, intuyes quién es el causante de todo el embrollo, vas tirando de los hilos con ellos, desenredando la madeja hasta descubrir, al final, el porqué de todo lo ocurrido.
Las dosis de intriga, acción y peligro son perfectas, ideales para mantenerte pegada al libro. La tensión que fluye entre los protagonistas, las acaloradas discusiones, los momentos más “calientes”, completan esta pasional y apasionante historia de detectives en la que Natalia y Javier son, en todos los sentidos, los protagonistas. Todo gira en torno a ellos (además de los casos que investigan) y los secundaros, además de escasos, aparecen poco. El padre de Natalia, Salvador, es el único que hace acto de presencia en varias escenas. Un hombre con carácter que conoce más que de sobra a Javier y que teme que su hija salga mal parada por su culpa. El resentimiento de este hombre se suma al del protagonista y eso hace que salten chispas cada vez que se cruzan.
Quizás me faltó conocer a Salva, el hermano pequeño de Natalia, que no pinta nada en la trama, pero que digamos es el responsable de que ella regrese y al final solo se le menciona. Pero vamos, que es un detalle sin importancia, una tontería mía que no le resta emoción ni calidad a la novela.

 Por cierto, el título perfecto y la portada la adecuada. 
Muy recomendable.