domingo, 21 de mayo de 2017

"Un amor a sus pies" de Ascen Núñez.



Un amor a sus pies
Ascen Núñez

Sinopsis
Cuando Conchita se perdió aquella mañana en el mundo subterráneo del metro, jamás imaginó que su predecible y rutinaria vida de profesora de Ciencias se volvería patas arriba con solo una mirada más cercana de los ojos que, desde que comenzó el curso en septiembre, la habían observado en la lejanía. Su cuerpo, sensible y débil, se sublimó al más leve contacto con aquel extraño tan familiar. Por eso, cuando Gabriel, el hombre que la idolatraba en silencio tras el fuego de sus iris ambarinos, sucumbió a su deseo y le rogó poder poseerla, ella accedió sin saber que, en el momento de entregarse no hizo sino tomar posesión de aquella alma perdidamente enamorada de ella.
En ese instante cuando fue consciente de que Gabriel no la dominaba. Quien tuviera la suficiente osadía como para someterse a ella, sería bienvenido a su corazón. Y Gabriel transigió a una relación de futuro incierto, sin compromisos, sin ataduras, con la única condición de otorgarle su total y absoluta rendición y su fidelidad incondicional.
Lo que no contaba era con que esa nueva relación sin ataduras se adentrase en su alma y lo trastocara todo; ni tampoco con que se descubriera a sí misma como una mujer dominante y que Gabriel disfrutara hasta el éxtasis con su tortura. Su vida se iluminó con la luz de una nueva vida mientras la oscuridad inundaba su alma y le hacía perder el rumbo.
¿Qué camino tomar? ¿Volvería a imponerse un estricto celibato para encerrar sus oscuros sentimientos? ¿O se enfrentaría a sus miedos, se aceptaría tal como era y decidía tomar posesión de la vida que se le ofrecía a sus pies?

OPINIÓN
Título, portada y sinopsis muestra con claridad lo que te vas a encontrar entre las páginas virtuales de esta novela: una historia erótica de dominación y sumisión. Dominante ella, sumiso él; detalle importante que descubrí una vez metida en harina (porque no me había leído la sinopsis… soy un caso), así que os voy a contar cómo he vivido, desde la ignorancia argumental (no voy a decir más absoluta porque la portada es muy reveladora, además de adecuada y elegante), esta historia.

Nada más empezar me encontré con Conchita, una joven creyente, de aspecto y actitud  recatados, que imparte clases de Ciencias en un colegio privado dependiente de una institución religiosa. Vamos que me la imaginé, a pesar de su edad, como la típica puritana un poquito rancia en el vestir: faldas por debajo de la rodilla, camisas bien abotonadas y chaquetitas de punto. Aunque no tardé en descubrir que sus creencias religiosas no le impiden tener una mente abierta (quizás porque es profesora de Ciencias), que habla sin tapujos con sus alumnas y, a pesar de su inexperiencia en el terreno sexual, las aconseja de manera acertada. Es cabal y al tiempo coherente con el mundo en el que vive.
Pero detrás de tanta sensatez  se esconde un alma atormentada; una mujer que sufre a causa de una traición imperdonable que no la deja avanzar, que la mantiene anclada al pasado; una mujer que se consume de anhelo y deseo; que arrastra tras de sí un pesado lastre, una losa atada al cuello que amenaza con asfixiarla, pero de la que no sabe, no cree, poder librarse.
Y entonces, aparece en escena Gabriel. Un hombre que viaja a diario en el mismo metro que ella, al que reconoce como un pasajero habitual, pero en el que realmente no suele repara y con el que por supuesto nunca ha hablado, tan solo cruzado alguna mirada… hasta ese día. Ese día, al tenerlo pegado a ella en el atestado vagón, sus sentidos se elevan a la enésima potencia, su libido se dispara, su imaginación se desborda… desde ese día, viajar en el metro ya no será lo mismo.
Conocer a Gabriel, darse cuenta de lo mucho que le atrae y que la atracción es mutua, abrirá ante ella un mundo nuevo, lleno de pasión, desenfreno, emociones y sorpresas. Y no fue ella la única sorprendida (de hecho, creo que yo me sorprendí más que ella). Se puede decir que juntas fuimos descubriendo esa parte de sí misma que desconocía, esa sensación de poder y seguridad que le embarga cuando está con él, cuando lo somete a su voluntad…
Con Gabriel no solo perderá la virginidad, se iniciará en un mundo que le es completamente ajeno y desconocido, que la hace alcanzar el éxtasis para luego sumirla en las dudas y traer de vuelta sus viejos temores y fantasmas.
Porque la historia de Conchita (ella es la protagonista indiscutible) y Gabriel es mucho más que una historia erótica, es más que escenas de sexo BDSM (escenas, eso sí, maravillosas), es una historia plagada de emociones y sentimientos, de reflexiones, dudas y temores, una historia de dos personas que se necesitan y desean, pero que necesitan aprender a manejar lo que sienten, y en el caso de Conchita, que debe liberarse del negro nubarrón que planea sobre ella, impidiéndole abrirse del todo, dejarse llevar y disfrutar plenamente del gozo y la satisfacción que ha encontrado junto a su arcángel. Es una historia en la que la protagonista tendrá que poner a prueba sus ideales y creencias, en la que demostrar que tiene principios y los defiende por encima incluso de su conveniencia, una historia en la que Conchita aprenderá a conocerse y, sobre todo, a aceptarse tal y como es, sin complejos y ahuyentando definitivamente a los fantasmas que le impedían ser plenamente feliz.

“Un amor a sus pies” me ha parecido una novela preciosa, muy bien escrita, muy profunda e intensa, con impresionantes momentos hot  y por supuesto una fuerte carga erótica, pero que no se queda solo es eso, que va más allá, que penetra en el alma de los personajes, que se desnudan emocionalmente para nosotros, mostrándonos sus debilidades, sueños, anhelos y miedos; una novela que habla y trata de la confianza, los límites y el respeto (respeto que también he visto en la forma en que la autora muestra y maneja un tema tan delicado y desconocido como este: dominación y sumisión) y que va más allá de los prejuicios y las apariencias.
La he disfrutado muchísimo, he entendido las dudas y reservas de Conchita, pero también me he enfadado con ella por aferrarse al dolor y al desengaño que sufrió en el pasado. En cuanto a Gabriel, reconozco que tengo sentimientos encontrados. Me ha parecido un hombre increíble y atrayente, que sabe comprender y complacer a Conchita, que se muestra atento, cariñoso y paciente con ella, que toma las riendas cuando la situación lo requiere… un primor de hombre, pero tengo que confesar que me ha costado aceptar esa adoración ciega que siente por Conchita, que unida al rol de sumiso que asume, por momentos me lo pintaban como a un pelele, le hacía perder el encanto. Por suerte, también he terminado por conocerlo a él y me he dado cuenta de que es un hombre con las ideas muy claras, que sabe lo que quiere, que se entrega sin condiciones, que nada censurable hay en sus gustos y necesidades, y que además está locamente enamorado de Conchita, porque desde el principio ha visto en ella a la mujer que siempre ha deseado tener a su lado.
Me ha encantado, me ha sorprendido y sin duda, la recomiendo.


martes, 16 de mayo de 2017

"Arcoíris" de Ana Álvarez

“Arcoíris” de Ana Álvarez.

SINOPSIS
Carla Suárez es una chica algo estrambótica a la que le gusta llevar el pelo de mil formas y tonos diferentes y vestirse con ropa de múltiples colores que a veces ni siquiera combinan entre sí; sin embargo, es un cerebrito: es ingeniero informático y habla nueve idiomas.
Nada más terminar la carrera recibe una oferta de trabajo, y cuando acude a la entrevista se encuentra con que Víctor Trueba, el hermano mayor de su mejor amiga, trabaja allí como psicólogo. Víctor es un hombre extremadamente serio y aburrido, que siempre lleva traje azul y corbata y de quien ella se burló mucho en su adolescencia.
Cuando empieza a trabajar se da cuenta de que ni él es lo que parece ni la empresa tampoco.

OPINIÓN
Siempre que empiezo una novela de Ana Álvarez ocurre lo mismo, desde el minuto uno logra despertar mi interés y a las pocas páginas ya me tiene totalmente enganchada, disfrutando de la historia; riendo, en este caso, con las ingeniosas salidas de los personajes; compartiendo sus emociones y sentimientos; devorando cada palabra, cada renglón, como si no hubiera un mañana. Y lo consigue porque sus historias, al menos para mí, resultan muy creíbles, muy cotidianas. ¡Qué no hace falta crear una trama complicada y llena de giros para hacer las delicias del lector! (Sí, vale, las novelas de tramas enrevesadas y giros inesperados también molan mucho)
Bueno, quizás Carla, por su aspecto, sus gustos y manías, no parezca una persona muy normal, pero es divertida, inteligente, extrovertida y sí, un poquito puñetera. Porque si de adolescente le encantaba martirizar al pobre Víctor, ahora que son adultos, la cosa no cambia demasiado. Sobre todo porque ella sigue viéndolo como un tipo soso, serio, aburrido y demasiado responsable, y no puede evitar meterse con él, provocarlo a la menor oportunidad. Pero ahora Víctor sabrá darle la réplica, responder a sus provocaciones, y en más de una ocasión, descolocarla con sus comentarios o confesiones, y todo ello con un aplomo que me enamoró. Bueno, eso y el ir descubriendo que no era tan estirado y serio como aparentaba… ¡Uuff! Me ha puesto muchísimo este chico. ¡Quiero un Víctor Trueba en mi vida!
Resumiendo: que los polos opuestos se atraen. Y eso es lo que sucede con este par, que más opuestos no pueden parecer  y se atraen; vaya si se atraen. Eso sí, si algo tienen en común es que ninguno quiere ser el primero en confesar lo que siente, y al final uno por otro…
A esta desorganización sentimental, hay que añadir algunos momentos en los que la situación en el trabajo se ha complicado y yo he terminado mordiéndome las uñas, aunque han resultado muy reveladores. Podemos sumar la presencia de la amiga metomentodo (amiga de Carla/hermana de Víctor), que además de dar consejos que nadie le pide, también sabe escuchar y prestar su hombro cuando es necesario.
Compañeros de trabajo, familiares y algún que otro personaje, completan el elenco de esta fabulosa historia. Cotidiana y sencilla, aunque con un pequeño toque de riesgo y aventura. Divertida, apasionada y muy colorista.
Merece la pena conocer a Carla y Víctor, su pasado en común, su presente... ¿y su futuro?
El título y la portada: perfectos.



viernes, 5 de mayo de 2017

"A las ocho en el Thyssen" de Nieves hidalgo

A las ocho, en el Thyssen
Nieves Hidalgo
SINOPSIS
¿Se puede publicitar una novela de zombis como romántica?
Alex Vílchez, autor reconocido de novelas de suspense, lo ha hecho animado por su editora, bajo el seudónimo de Robert Cooper. Es cambiar de tercio o no escribir, porque se encuentra en un bajón creativo. Y para sorpresa de todos, la novela rompe el techo de ventas, posicionándose en el número uno de romántica.
A Lucía, administradora de la web más visitada del género, casi le da un soponcio cuando se entera y lee la novela de zombis. Sube una crítica que hace que el libro baje quince puestos en un solo día, declarándole la guerra. Y Vílchez está dispuesto a presentar batalla, utilizando mil artimañas para fastidiar a la mujer que intenta hundirlo.
Casualidades de la vida, se encuentran en una cita a ciegas.
Lucía y Alex se atraen de inmediato. Pero ¿qué puede pasar cuando ella se entere de que Alex no es otro que su odiado Robert Cooper? ¿Qué hará Vílchez al saber que Lucía es la administradora de la web que le ha fastidiado las ventas y le está dejando en ridículo?

OPINIÓN
Quien haya leído a Nieves Hidalgo en alguna ocasión… ¡Qué narices! Quien lee a Nieves Hidalgo una vez repite seguro, porque la que vale, vale, sin importar el género que escriba. Y para muestra un botón: A las ocho en el Thyssen, novela con la que se estrena en la romántica contemporánea y además con notaza.
Es una historia muy divertida, con situaciones cómicas y hasta un poco rocambolescas que arrancan más de una carcajada. Cuenta con momentos memorables, maravillosos (de esos que se comentan con las amigas que también han leído la novela); casualidades mil que harán que estos dos se tropiecen en más ocasiones de las que desearían; mucha química, mucho deseo desenfrenado, muchas dudas pero más ganas; ese algo que surge y que parece que funciona… y el cirio pascual que se monta cuando descubren quién es quién.
Me han encantado los dos personajes. Ambos tienen mucho carácter, hasta me atrevo a decir que muy mala leche, son orgullosos, tercos y no se dejan avasallar por nadie.
Decir que nada más empezar a leer, me sentí muy identificada con Alex y su bloqueo (no, a mí no me ha pasado lo mismo que a él, era lo que me faltaba jajaja), la falta de ideas, la sensación de que nada de lo que escribe tiene consistencia... ya solo por eso, porque me he visto un poquito reflejada en él, ya me ha encantado. ¡Vale, solo por eso no! El muchacho además de estar pasando por un mal momento profesional (y personal), está de muyyyy buen ver y eso suma puntos sí o sí. Pero también me ha gustado su carácter un tanto agrio y un pelín borde. ¡Ojo!, que también sabe ser encantador, atento y agradable cuando la ocasión lo requiere. De su fogosidad mejor no hablo, que me acaloro de solo acordarme (¡aiiinss ese momento pasillo! ¡Qué momento! jajajaja)
Lucía también me ha gustado. Detrás de esa romántica empedernida, devoradora de libros y trabajadora incansable en su web de novelas romántica, se esconde una mujer con mucho genio; amiga de sus amigos; cabal (o al menos lo intenta) y con una vida ordenada y tranquila hasta que cierta novela pone su universo virtual del revés mientras Alex la pone del revés a ella, y su vida, de la noche a la mañana, se convierte en un caos que no sabe cómo manejar.
Los secundarios estupendos; el peludo de cuatro patitas mi preferido jajajaja. Tres parejas y una vecina entrometida que serán, alcahuetes, consejeros sentimentales, paño de lágrimas y cómplices en la peculiar relación que mantienen o intentan mantener los protagonistas. Mención especial para Pepa (la editora de Alex), que en algunos momentos, sobre todo al principio, me ha recordado mucho a alguien (no, no voy a decir a quién) que también sabe cómo apretarnos las tuercas y ponernos las pilas para que le demos a la tecla jejeje
También, con la parte en que se habla de la web de novelas románticas de Lucía, me he puesto un poquito sentimental y ha sido como estar en casa, porque aunque no conozco de primera mano el trabajo y los problemas que supone llevar un sitio así, sí que he pasado muy buenos momentos y he conocido a personas maravillosas gracias a una web de romántica (que además me vio nacer como autora).
De verdad, A las ocho en el Thyssen, es una novela que merece la pena leer y disfrutar, porque está plagada de escenas estupendas (divertidas, tórridas, tiernas, emotivas… discusiones, cabreros monumentales) y que, juntas, dan forma a la magnífica y original historia de Alex y Lucía.