“Lazo eterno”, Lucía de Vicente.
El
misterioso empresario Marcos Pessaro tiene la misión de proteger a Marina, una
exitosa escritora de novelas de vampiros a quienes presiente y por quienes se
siente acechada. A pesar de la poderosa atracción que existe entre ellos, él
pone toda su voluntad en cumplir su difícil cometido.
Marina es inocente, impulsiva, valiente y... mortal.
Marcos es metódico, manipulador, oscuro y... vampiro.
La pasión y el amor les hace vulnerables, pero el Destino es su aliado, el único que puede conseguir que se vean atrapados en el Lazo Eterno, capaz de unir para siempre su existencia. Pero el tiempo corre en su contra, y este no es su único enemigo.
Marina es inocente, impulsiva, valiente y... mortal.
Marcos es metódico, manipulador, oscuro y... vampiro.
La pasión y el amor les hace vulnerables, pero el Destino es su aliado, el único que puede conseguir que se vean atrapados en el Lazo Eterno, capaz de unir para siempre su existencia. Pero el tiempo corre en su contra, y este no es su único enemigo.
Opinión:
Hacía un montón que no leía una novela de vampiros y a esta
le tenía ganas, así que en cuanto pude me puse con ella y la he disfrutado
muchísimo. Porque a pesar de que en este caso, nuestro amigo de afilados
colmillos y los de su especie, no son los típicos no muertos con buenas intenciones guardianes de los simples
mortales, sino una raza oscura y peligrosa, con siglos de antigüedad y mucho
poder en el mundo empresarial y político, resultan igualmente irresistibles,
sobre todo Marcos, el prota (vamos, que yo, por intimidante que pueda resultar
en alguna que otra ocasión, firmaba pero ya para enlazarme a él eternamente). Muy
duro, muy frió, muy “yo no tengo sentimientos”, pero al final se enamora hasta
las trancas como cualquier hijo de vecino… me encanta.
Siempre digo que para escribir paranormal hay que tener
mucha, pero mucha imaginación y Lucía de Vicente, con esta historia, ha
demostrado tenerla. Me ha parecido, original, fresca y diferente a otras
historias sobre vampiros. Cuenta con una de esas tramas que enganchan desde el
principio, bien escrita, perfectamente hilada y aderezada con buenas dosis de intriga
y acción. Tampoco faltan momentos de tensión y peligro, y por supuesto pasión,
porque la química entre Marco y Marina es incuestionable, aunque ellos se
esfuercen en negarlo y evitar lo que sienten por el otro.
Y se esfuerzan, creedme, porque son igual de tercos (vale, y
tienen motivos más que de sobra para no querer enredarse con alguien de otra
especie).
El personaje de Marco me ha encantado (ya lo he dicho,
¿verdad?), porque a pesar de ser un hombre con siglos de experiencia a sus
espaldas, de su poder y fortaleza (y que además está como un tren), las
reacciones de Marina siempre terminan por descolocarlo y el resultado no tiene
desperdicio.
Con Marina he tenido sentimientos encontrados, porque si bien
es una joven decidida, inteligente e intuitiva, en algunas ocasiones ha llegado
a sacarme de quicio… pero es buena chica y tiene excusa, porque a ver quién es
la guapa que no mete la pata y la lía parda en una situación como la que le ha
tocado vivir a ella.
No voy a contaros detalles del argumento ni los motivos por los
que estos dos están juntos, lo bueno es leer la novela y descubrir por un@ mism@
que la historia de Marco y Marina merece la pena, que es adictiva, entretenida
y fantástica.
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