“Una imperfecta flor
inglesa”
Elena, la antigua
heredera de la casa MacGowan, es una mujer fuerte a pesar de las quemaduras
sufridas durante la infancia que la mantienen alejada de la sociedad
victoriana. Cuando su tío le comunica que abandone su hogar comprenderá que su
vida se encamina al desastre. Pero sin dote ni un título jamás conseguirá un
esposo. Desesperada, reclamará sus derechos de nacimiento, aunque el resultado
es tan desalentador que al cruzar una calle no verá un carruaje que se acerca a
toda velocidad.
El cochero es un hombre
grosero y detestable. Un antiguo conde francés, llamado Laramie Devereux, cuya
tragedia personal ha marcado su existencia y del que se rumorea que, gracias al
contrabando de opio, ha obtenido una enorme fortuna. En un arranque de furia el
conde la juzgará como mujer y la hallará imperfecta a causa de las quemaduras.
Sin embargo, el destino
y una partida de cartas los unirá de nuevo. Gracias a la insensatez de su
prima, Elena aprovechará el acusado desconocimiento de las normas sociales de
Laramie e ideará un plan para engañarle.
Opinión:
¡Qué pedazo de novela! ¡Qué bonita! ¡Qué bien escrita!
“Una imperfecta flor inglesa” es una de esas historias que no
puedes dejar una vez las empiezas, porque todo en ella engancha. Desde la
maravillosa y fluida narrativa, la fuerza de los personajes y lo apasionante de
la trama.
Leerla esta novela ha sido como retroceder en el tiempo, como
tener entre las manos una de aquellas primeras novelas que leía siendo apenas
una adolescente y que fueron las responsables de mi amor por este género.
Vamos, que es una novela cien por cien Romántica, así, con mayúscula.
Tiene esa esencia, ese nosequé
que en los últimos tiempos parece haberse perdido (y con esto no quiero
desmerecer ni criticar a nadie, porque se siguen escribiendo historias
impresionantes y maravillosas, solo que como en esta vida, la romántica también
ha ido evolucionando con el paso de los años).
Con esta historia, he vibrado, me he emocionado y la he
disfrutado como si tuviera nuevamente dieciséis años (¡qué más quisiera!
Jejeje) y ese algo que me ha llevado a recordar las novelas de antaño, es uno
de los factores que convierte a esta obra en especial y maravillosa.
He dicho uno de los factores, sí, porque la trama también me
ha parecido brillante, la forma en que se conocen los protas, el ingenio que
demuestra Elena para hilar un plan que la unirá definitivamente a Laramie
Devereux sin importarle las consecuencias, porque el destino que de otra manera
la aguarda le resulta bastante peor; las reacciones de él, la presencia de un
malo malísimo que complica aún más las cosas entre ellos… como ya he dicho, al
más puro estilo de la clásica novela romántica. Que ojo, no por recordar a esas
antiguas novelas resulta desfasada, recurrente o tópica… ¡Para nada! Todos esos
detalles se te olvidan mientras la lees, ni se te pasa por la cabeza compararla
con nada que ya hayas leído.
La ambientación también estupenda. Como la fluidez de la
prosa, que se incita a leer y leer, porque ya no solo es estupendo lo que
cuenta, sino cómo lo cuenta. Un gustazo para los sentidos, de verdad.
En cuanto a los protagonistas, decir que son maravillosos.
Elena, a pesar de su aspecto, de su situación, tiene una fortaleza
sorprendente, no se amedranta ante nada ni nadie y a medida que avanza la
novela, su fuerza y su confianza crecen y nos muestras a una mujer maravillosa
y leal.
De Laramie, decir que me he enamorado de él, no desde el
minuto uno, porque de mano se comporta de forma un poco grosera y ruda, pero sí
desde el minuto dos. Un hombre orgulloso, dolido y rencoroso pero que sabe
apreciar el talento, el buen carácter y la inteligencia de la mujer que tiene
al lado, aunque se niegue a reconocerlo. Esa manera suya de captar los detalles
que hacen de Elena una mujer especial, ha sido lo que más me ha gustado de él.
Su mal genio y su puntito desagradable tampoco me han desagradado porque forman
parte de su encanto y porque sabes que más pronto que tarde, esa faceta
desaparecerá cuando esté con Elena.
Sobre el resto de personajes no me quiero extender, son
varios los que tiene peso sobre la trama, complicándola o suavizándola, depende
el momento, pero todos me ha parecido bien definidos y coherentes.
Y por último solo puedo decir que si no has leído aún “Una imperfecta
flor inglesa”, deberías hacerlo ya, porque te estás perdiendo una gran novela.
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