“Una pareja escandalosa” de Marcia Cotlan.
Aimée Du Maurier es la beldad del condado.
Tiene diecisiete años y pertenece a una familia de hacendados cuya plantación
es la más antigua de Carolina del Sur.
No hay un solo muchacho en Charleston que no
desee casarse con ella. O mejor dicho, sí lo hay: Edward Robilard, quien
desciende de otra insigne familia dedicada a la política. Un mujeriego
empedernido, un hombre muy culto que desprecia a Aimée por su frivolidad típica
de las damas sureñas.
A pesar del odio que se profesan, ambos se
ven forzados a contraer matrimonio para salvar la reputación de la muchacha,
que ha quedado malparada por culpa de un escándalo.
¿Lograrán dejar atrás sus diferencias para
rendirse al amor?
No sabría decir el tiempo que hace que no leo una novela
ambientada en los estados sureños de Norteamérica y me ha encantado. Es una
época que siempre me ha gustado como fondo de las historias (sobra decir que el
tema de la esclavitud le resta encanto… por suerte nuestros protagonistas
suelen estar en contra jejeje) y en este caso no podía ser de otra manera.
Marcia ha logrado una ambientación estupenda, ha sabido reflejar una sociedad
en la que la mujer era un mero objeto de decoración que sólo debía preocuparse
por lucir bonita, sin pensar por sí misma ni interferir en los asuntos de los
hombres. Una época en la que el coqueteo era casi un arte y era visto con
buenos ojos, pero sin embargo las normas de conducta eran rígidas y el menor
desliz desembocaba en escándalo.
Y escándalo o más bien escándalos serán los que protagonicen
esta pareja (el título lo dice todo).
Ella, una jovencita de diecisiete años acostumbrada a que
todos la adulen, la cortejen y beban los vientos por ella. Y con el carácter
caprichoso y un tanto pueril propios de alguien de su edad y posición. Él, un hombre con una reputación y un carácter
que no lo convierten precisamente en el paradigma del caballero sureño, pero
que sin duda sabe cómo encender a una mujer… en más de un sentido, pues a Amiée
le hará arder pero de furia.
Y es que la relación entre estos dos empieza marcada por un
odio casi visceral que los lleva al límite, que hace salir lo peor de cada uno
de ellos y les lleva a infringir el mismo daño y sufrimiento que reciben del
otro. Así comienza la relación entre Edward y Amiée, de forma intempestiva.
Pero toda esa rabia, ese odio, ese rencor que se tienen, en el fondo, solo
sirven para ocultar un sentimiento más intenso y profundo que ambos se niegan a
reconocer que sienten: amor.
Me encanta como maneja Marcia estas situaciones, lo hasta el
límite que lleva a sus protagonistas, hasta casi romperlos de dolor, para luego
con un giro maravilloso hacer cambiar las tornas y dejar que el amor fluya
entre ellos de forma natural… bueno, digamos que fluye pero teniendo que
sortear alguna que otra “piedrecita”.
Creo que sobra decir que ambos son personajes estupendos,
fuertes, decididos y testarudos como ellos solos… tal para cual. Verlos
madurar, reconocer sus errores y tratar de ponerles remedio da como resultado
escenas tiernas y emotivas que nada tiene que envidiar a las de aquellos
enfrentamientos primeros, donde las chipas saltaban, la atracción podía
palparse y la tensión no siempre era negativa.
Sobre el resto de personajes hay poco o nada que decir pues
apenas tienen cabida en la historia, pero la verdad tampoco lo he echado de
menos, me gustan este tipo de novelas en la que la trama gira casi
exclusivamente alrededor de los protagonistas; quizás destacar a los hermanos
de Edward, que en cierta forman toman parte activa en la relación de la pareja.
Y sí, bueno, a la petarda de Jude… si es que al final tanta dama sureña y la
chica era una viborilla.
“Una pareja escandalosa” cuenta con una trama bien hilada,
coherente y muy bien escrita. Es una novela entretenida, que arranca más de un
suspiro y sonrisas, que emociona y engancha.
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