“Miscelánea”
Para llegar al puesto de redactora en una editorial, además de
profesional y vivir dedicada por entero al periodismo, Victoria ha tenido que
ser muy estricta consigo misma y esconder sus encantos tras un elaborado
disfraz. Ahora, tras años de duro trabajo y a base de mucho esfuerzo y
sacrificio, está a punto de lograr la dirección de la nueva revista Miscelánea.
Sin embargo, por imposición de su jefe, tiene que dirigir la publicación con
Julio, un conocido millonario con fama de playboy y el tipo de hombre que ella
aborrece por encima de todo. Desde el momento en el que se conocen se desata
entre ambos una guerra sin cuartel en la que la rivalidad, las discrepancias,
las arduas disputas... y la irresistible atracción mutua, van mucho más allá
del terreno profesional.
Una comedia romántica ingeniosa, sensual, divertidísima e inolvidable.
Una comedia romántica ingeniosa, sensual, divertidísima e inolvidable.
Creo que la frase final de la sinopsis describe a
la perfección esta novela, porque es precisamente eso: una comedia romántica en
toda regla, que derrocha ingenio y humor de principio a fin gracias a unos
diálogos maravillosos que me han arrancado más de una carcajada. ¡Qué peligro
tienen estos dos! Sobre todo cuando están juntos, porque si no se están tirando
los trastos a la cabeza, eso sí, de una manera muy divertida para el lector, se
están… bueno, no vamos a entrar en detalles, pero esos momentos también son
estupendos y no por ser más “calentitos” dejan de tener ese toque ingenioso que
tanto me ha gustado en la forma de escribir de Ana Álvarez.
Porque además de ser divertida, entretenida y romántica,
está muy bien escrita, cuenta con una trama bien organizada y desarrollada en
el tempo adecuado, cada cosa sucede cuando debe suceder; aderezado con enredos,
discusiones, acuerdos, tratos, favores y deseo (unas veces reprimido y otras no
tanto jejeje).
De los
protagonistas, señalar su personalidad, ambos son decididos y tercos como mulas,
porque si ella es estricta e inflexible
(casi siempre), él es de los que no se rinde y cuando quiere algo lo consigue.
Son directos y dicen las cosas como las piensan o sienten, sin tapujos y
llamando a cada cosa por su nombre y eso me ha encantado. Ninguno de ellos es
como el otro cree; las apariencias engañan y Julio y Victoria no tardarán en
darse cuenta de ello sorprendiéndose y teniendo que reconocer que estaba
equivocados. Momento memorable cuando Julio ve por vez primera a Victoria fuera
del trabajo, y como esta escena hay un montón más en esta estupenda novela que
hay que leer si queréis pasar un muy buen rato.
Y el final… el final me ha parecido brutal: ¡¡BUENÍSIMO!!
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