“Alma
vikinga” de Nieves Hidalgo
Odín, dios de la
guerra, le había elegido. Educado en las armas, el primogénito de la casa de
Vadin había sido llamado para grandes conquistas.
Cruzó los fiordos para adentrarse al sur, para doblegar bajo el poder de su brazo a cuantos pueblos se opusieran a su cometido. Era un semi-dios. Un vikingo. Y al igual que sus dioses, la cólera y la valentía le caracterizaban.
Sayka, hija de Zollak, había tomado las armas en el puesto de su hermano menor para defender a su pueblo de todo tipo de invasores.
Amparado él por Odín, seguidora de la fe cristiana ella, se enfrentarán en medio de un mundo regido por la sangre y por la espada.
La codicia, el odio, la venganza... Sentimientos que, unidos a la ardiente fe del pueblo al que pretende someter, conseguirán que Ishkar dude de su condición de semi-dios y de sus creencias.
Cruzó los fiordos para adentrarse al sur, para doblegar bajo el poder de su brazo a cuantos pueblos se opusieran a su cometido. Era un semi-dios. Un vikingo. Y al igual que sus dioses, la cólera y la valentía le caracterizaban.
Sayka, hija de Zollak, había tomado las armas en el puesto de su hermano menor para defender a su pueblo de todo tipo de invasores.
Amparado él por Odín, seguidora de la fe cristiana ella, se enfrentarán en medio de un mundo regido por la sangre y por la espada.
La codicia, el odio, la venganza... Sentimientos que, unidos a la ardiente fe del pueblo al que pretende someter, conseguirán que Ishkar dude de su condición de semi-dios y de sus creencias.
Opinión:
Confieso que la primera vez que me puse con esta novela la
dejé a las pocas páginas. Encontrarme nada más empezar con matanzas,
sacrificios y con el que intuyes será un personaje algo más que problemático,
me echó para atrás; no era lo que me
apetecía leer en ese momento (al menos eso pensé entonces). Pero como sé
que lo que Nieves Hidalgo escribe nunca me decepciona, volví a ponerme con él
hace unos días.
Al releer las primeras páginas, las sensaciones ya no fueron las mismas que la vez anterior. ¡Ahora sí! Había llegado el momento de enfrentarme a tan
bárbaros vikingos y sus sanguinarias costumbres. Y como cabía esperar, me ha
encantado.
La historia es estupenda; intensa, pasional y en ocasiones
divertida. Los protagonistas, Ishkar y Sayka (unos nombres preciosos además de
muy adecuados), consiguen que así sea con sus constantes disputas. Ambos son
personas de carácter fuerte, son guerreros y lo demuestran en cada
enfrentamiento. Enfrentamientos todos ellos memorables y emocionantes.
Me cautivó Sayka, por su coraje, valentía y lealtad.
Imaginarla blandiendo una espada, enfrentando a su enemigo sin amedrentarse a
pesar de la fiereza de este, fue genial. Está claro que esta muchacha no es
ninguna damisela en apuros, ella sola se las apaña muy bien para defenderse y
proteger a los suyos. Pero también me ha gustado descubrir que tras esa coraza de guerrera
latiera un corazón capaz de reconocer sus errores, de ceder y enamorarse.
Él, Ishkar, el fiero y bravo semi-dios, el guerrero
invencible, el enemigo implacable… ¡naaah! Que no es tan fiero el león como lo
pintan. Que sí, que es un gran guerrero, que tiene la suerte de su lado y
siempre… casi siempre sale ileso de las batallas, que sabe mandar y sus hombres
le obedecen y admiran por ello, que ante todo respeta la familia, aprecia la
lealtad y el valor, que cada vez se siente menos cómodo con las sangrientas costumbres
de su pueblo, que es comedido y justo, que lo pierden unos feroces y desafiantes
ojos azules, que… vamos que es perfecto y adorable, además de contar con un
cuerpazo de escándalo digno de un dios. Y si a eso le sumamos, el efecto que
Sayka tiene sobre él, lo mucho que cede y cambia por complacerla, la confianza
que termina depositando en ella a pesar de ser enemigos, la forma en que, sin darse cuenta, se enamora de ella,
entonces la ecuación está completa y el éxito de la historia asegurado. (Se nota
que el chico me ha enamorado, ¿verdad?)
Secundarios hay muchos y todos ellos importantes para la
trama. Me encantó el hermano menor de Sayka, el chiquillo apunta maneras para
ser (llegado el día) un líder integro, fuerte y querido; Zollak, el padre
de la chica; el primo, la tía, las hermanas; Erik, el hermano de Ishkar;
Goonar, su amigo, su mano derecha y el que le guarda las espaldas… todos ellos ayudan
a dar forma a la historia, apoyándolos, conspirando, amenazando o defendiendo a
la pareja. Cada uno aporta su granito de arena para convertir la historia en
emocionante, intrigante, apasionante, redonda y perfecta. La ambientación
estupenda, me he sentido transportada a un campamento vikingo, al campo de
batalla y he paseado por los pasillos del hogar de Sayka.
Una novela corta, que se lee sola y que seguro os va a
encantar, porque la relación que surge entre estos dos engancha desde el
principio.
Si es que me encanta leerte. Y no lo digo por la reseña, preciosa por cierto, sino por tu modo de expresarte. Qué grande eres, nena. Además de gran escritora, una persona admirable. Se te quiere. Millones de besos!!! Ah, y con tu permiso la pongo en mi blog, que es un regalo de Reyes inesperado.
ResponderEliminar¡Naaah!, además me he dejado un montón de cosas en el tintero (últimamente no me salen muy lucidas la reseñas, la verdad).
ResponderEliminarDe todas formas, gracias por tantas y maravillosas historias y por supuesto que puedes ponerla en tu blog.
Besotes
Cuando una escritora escribe sobre otra, el rèsumen es tan interesante como el libro mismo.
ResponderEliminar¡Qué bonito, Nancy! ^_^
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