“¿Aún
quieres saber qué me hace reír?”, de M.C. Sark
¿Alguna vez algo que ocurrió en el pasado
vuelve una y otra vez a tu presente? Seguro que sí. Los recuerdos tienen un
poder subyacente y son capaces de endulzar o amargarte la vida.
A Lucía le persigue un entrañable recuerdo de juventud. Una imagen que
quedó en el pasado, pero que le hace fantasear con un bonito futuro.
Con esperanza e ilusión acepta su primer empleo, y para ello ha de
desplazarse a Milán donde vivirá los próximos meses. Aunque a su llegada a la
capital lombarda nada sale como esperaba: un desconocido ha ordenado su
secuestro. A partir de ese momento Lucía es víctima de la incertidumbre, la
angustia, el terror y la impotencia de sentir que otros decidan sobre su vida.
Sin embargo, en su cautiverio encontrará a Sergey. Un frío y
profesional mercenario en el que Lucía encontrará un apoyo que no esperaba.
Pero... ¿Qué hay debajo de la armadura glacial de ese misterioso hombre que la
protege? Y, sobre todo... ¿Por qué es capaz de derretir el hielo solo con un
amago de sonrisa?
Lo primero que
captó mi atención de esta novela fue el título, me resultó muy original y
despertó mi curiosidad (y ya os adelanto que es muy apropiado y significativo,
me encantó la escena que da título a la novela), después, al saber algunos
detalles del argumento, me pudo la curiosidad y necesitaba averiguar cómo un
secuestro podía terminar en historia de amor. No voy a desvelar nada, pero la
historia me ha convencido.
Confieso que por
momentos me he sentido un poquito en la piel de Lucía, la protagonista, porque la
atracción que siente por Sergey a causa de sus maneras suaves, su preocupación
por ella, su evidente interés más allá de lo profesional, es tanta que me
descolocaba, igual que a ella... ¡Por Dios! ¡¡Es un secuestrador!! Sí, pero que
ojos más irresistibles tiene y que dulce puede llegar a ser a pesar de su
cuerpo enorme y su temible aspecto. Aunque claro, muy amable y atento, pero
está decidido a cumplir con su trabajo y yo pensaba, ¿este hombre no tiene
sangre en las venas? Si se ve a la legua que está colado por Lucía.
Y así,
compartiendo los sentimientos, miedos y recelos de la protagonista, me he
adentrado en esta peculiar historia en la que no solo Sergey nos confunde con
su comportamiento. También tenemos al agradable Shasa, otro de los
secuestradores, que por un tiempo también logró desconcertarme, aunque este no
tardará demasiado en hacernos entender su manera de actuar con Lucía.
Y todo esto
contado con sencillez, de manera amena y directa, reflejando los sentimientos y
el sufrimiento de una joven que no sabe qué va a ser de su vida. Envolviéndonos
en una trama bien llevada y coherente que por momentos me ha puesto el corazón
en la garganta. Me ha gustado la forma en que la autora nos mantiene expectantes,
dándonos pequeñas dosis de información al tiempo que te mantiene en suspense y
casi a ciegas sobre otras.
La he disfrutado y
me la he leído en un suspiro. Merece la pena leerla.
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