“Las feas también los enamoran. Leonor” de Elizabeth
Urian.
Libro 4 de la serie Las feas también los enamoran
Leonor vive en Inglaterrra entregada a su
labor de dama de compañía de la duquesa viuda de Dunham. Allí ha conocido a
Jonathan, un hombre que parecía interesado en ella, pero que siempre ha amado a
otra. Ahora, su pasado vuelve obligándola a reconocer que pertenece a una clase
mucho más privilegiada y que es imperativo volver a su tierra natal, Boston, de
la que huyó siete años antes al negarse a una boda que no la haría feliz.
En su viaje de vuelta la acompañan la
duquesa viuda y Jonathan. Allí se enfrentará a su antiguo prometido, su esposa,
una madre que cree muy enferma y a un compromiso que Jonathan ha inventado para
ellos.
Lo mío es de juzgado de guardia, porque me he leído
esta novela sabiendo que era la cuarta y totalmente convencida de que ya me
había leído las tres anteriores. Pues no, solo me he leído la primera y el
resto fue producto de mí perturbada mente jeje
De todas formas y a pesar de que esta pareja ya
interviene en una de las anteriores historias, no pasa nada, la he disfrutado
igualmente porque es muy buena, porque está escrita con una sencillez pasmosa
pero a la vez totalmente adecuada y acorde con la época que describe, gracias a
las formas y el lenguaje de los personajes. Es algo que ya he notado en “esta”
autora y creo que es uno de los rasgos que más me gusta de su forma de
escribir, adoro su “voz” en histórica (que es lo único que he leído) porque
logra trasportarme a esa época en la que los modales y una conducta adecuada lo
eran todo y el carácter de cada uno debía dominarse pasara lo que pasase. Y si
a eso le sumamos el ingenio, el sentido del humor, un argumento original y unos
protagonistas estupendos, ya tenemos la fórmula de la novela perfecta.
Que la protagonistas no sea bonita, ni siquiera
llamativa, sino fea, no será un obstáculo para Cupido o la pluma de estas
hermanas. El carácter bondadoso, reposado, correcto y encantador de Leonor le
granjeará el afecto de Jonathan aun sin proponérselo. Su parte práctica y
descreída, será la encargada de poner trabas a esos sentimientos y mantener a
raya los propios.
Y él, a pesar de ser encantador, divertido,
extrovertido, elegante, guapísimo, atento, inteligente, extravagante (tiene un
guacamayo por mascota que le acompaña a todos lados) y un largo etc de virtudes
que le convierten en el candidato ideal para enamorar a cualquiera (¿se nota
demasiado que a mí también me ha conquistado?), tendrá que emplearse a fondo
para lograr convencer a Leonor de que su amor es sincero y real.
Y no quiero desvelar nada de la trama. Si habéis
leído antes a Elizabeth Urian, ya os podéis hacer una idea de lo que os vais a
encontrar, sino lo habéis hecho, os aseguro que no os va a decepcionar. No
debería decir que esta novela es el broche ideal para esta pequeña serie,
porque no la he leído entera, pero como estoy segura de que las dos que me
faltan me van a encantar, pues lo digo. Una novela maravillosa, que resulta divertida
y muy entretenida y una bonita forma de cerrar la serie “Las feas también se
enamoran” (y los enamoran, no nos olvidemos de ese importante detalle jejeje)
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