“A contrarreloj” de Laura Esparza.
Andrea no puede organizar una boda. Su pequeña
agencia de representantes deportivos está a punto de hacerse un hueco entre las
grandes, y necesita concentrar todas sus energías en evitar que la competencia
se quede con parte de sus clientes. Pero se trata de su mejor amiga…
Luc no quiere organizar una boda. Tiene una cartera llena de superestrellas que requieren toda su atención, y hay una nueva rival en el horizonte a la que debe aplastar antes de que se convierta en una amenaza para su negocio. Pero se trata de su hermano pequeño…
Una alianza temporal es lo único que puede evitar el desastre. Conseguir la ermita, reservar el restaurante, elegir las flores y comprar el vestido debería ser pan comido para ellos. Sin embargo, los preparativos se convertirán en una carrera contrarreloj para la que solo se acepta una apuesta: ¿quién será el primero en perder el corazón?
Luc no quiere organizar una boda. Tiene una cartera llena de superestrellas que requieren toda su atención, y hay una nueva rival en el horizonte a la que debe aplastar antes de que se convierta en una amenaza para su negocio. Pero se trata de su hermano pequeño…
Una alianza temporal es lo único que puede evitar el desastre. Conseguir la ermita, reservar el restaurante, elegir las flores y comprar el vestido debería ser pan comido para ellos. Sin embargo, los preparativos se convertirán en una carrera contrarreloj para la que solo se acepta una apuesta: ¿quién será el primero en perder el corazón?
Esta ha sido una de
esas novelas que compras porque te suena ligeramente la portada, porque tiene
un argumento que pinta bien y la autora (jejeje lo siento Laura), a la que no
conoces de nada, es española hay que barrer para casa. Luego cuando llegas a
casa y un tanto recelosa, busca información sobre la obra y la escritora, por
aquello de saber si has metido la pata hasta el fondo, y descubres que las
críticas y comentarios sobre ella son estupendísimos. Entonces no te queda otra
que ponerte con ella pero ya.
Y creo que no
necesitaría decir más que: ¡Estoy enamorada de esta novela!, para que todas
entendáis lo que quiero decir.
Sí, “A contrarreloj” ha
sido de esas historias que se te meten bajo la piel, que te llegan al corazón y
se quedarán ahí, entre tus favoritas, para los restos y que recomendaras sin
dudar cada vez que alguien te pregunte qué puede leer y añadirás a todas las
listas y encuestas sobre lo mejor que has leído este año y no estoy exagerando,
son muy pocas las novelas que acuden a mí cabeza (la pérdida de memoria también
influye, ojo) cuando pienso en mis novelas favoritas, en esas que en su día me
hicieron vibrar de emoción y aún al recordarlas me arrancan un suspiro… ahora,
entre ellas, también estará “A contrarreloj”.
¿Y por qué esto es así?
¿Por qué me he enamorada de esta novela? Porque cuenta con unos personajes
(todos ellos) maravillosos, una trama divertida y trepidante, porque la química
entre los protagonistas es increíble y sobre todo, porque está muy muy bien
escrita (y es que en este país hay mucho talento).
Iba por la página 78 y
hacía rato que ya me había dado cuenta de que esta historia iba a ser la caña.
Ya me había enamorado locamente de Luc y estaba alucinando con lo
estupendísimos, apropiados, divertidos, ingeniosos e inteligentes que eran los
diálogos… El éxito estaba asegurado y continué leyendo, robándole horas al
sueño (y algún ratito a mi novela) porque no podía dejar de leer, porque me
encanta la combinación e intensidad de las emociones que fluyen a lo largo de toda
la historia. La conflictiva, divertida y arrolladora relación que, a la fuerza,
surge entre Luc y Andrea; la ternura que transmiten Marc e Irene, el punto
divertido que aportan Maxime y las Chicas de Oro (que no me oigan llamarlas
así, lo detestan) y la rebeldía preadolescente de Silvia, todo esto, plagado de
detalles maravillosos que lograron arrancarme más de una sonrisa, de diálogos
maravillosos y reales que me han emocionado o me han hecho estallar en
carcajadas.
Sé que se podría decir
mucho más, muchísimo más sobre esta preciosa historia, pero entonces me pasaría
horas destripando la novela, contando este momentazo o aquel otro y os chafaría
la lectura, porque esta es de esas novelas para comentar así, recordando las
escenas más memorables que se han quedado grabadas a fuego en tu cabeza, las
más impactantes que lograron ponerte el corazón en la garganta, esas emotivas
que dibujan una sonrisa en los labios y ponen un nudito en la garganta o las
que te atacan los nervios porque nada sale como se supone que debería salir…
En resumen, creo que ha
quedado claro que esta historia me ha fascinado, que es perfecta y que os la
recomiendo sí o sí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario